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¿Cuáles son las probabilidades?

Actualizado: 15 dic 2022

El mundo de la telepatía nunca deja de sorprenderme, y no es por el hecho de que los animales Sí hablen y Sí tengan conciencia (llevo muchos años en esto y para mí ya es un hecho muy obvio)… lo que me asombra y deja con la boca abierta es que en realidad todos los humanos somos capaces de ejercitarlo… pero No lo ejercitamos conscientemente, no lo usamos en la vida cotidiana, para nuestro beneficio y el de toda la vida!! ¿Por qué?


Hace pocos días instruí la segunda clase del curso básico teleclass de comunicación intuitiva con animales, me encanta hacer este trabajo porque no paro de aprender y de sorprenderme. Te cuento qué pasó: el grupo es mixto, con personas de diversas profesiones que viven en distintos países de América Latina y México, algunos en España, algunos otros en Estados Unidos, incluso hay una persona de Australia. Son 55. Y son muy distintos, quizás lo que tienen en común es que aman a los animales y sienten que tienen una conexión con ellos que quieren desarrollar a una “conversación” más clara, que les brinde certeza. Por eso llegaron acá conmigo, para aprender y desarrollar más esta posibilidad.


Como decía, fue el segundo día de teleclases. Como parte de los ejercicios y meditaciones que les voy compartiendo para entrenarse, hay uno en el que yo les emito psíquicamente a todo el grupo la información de un lugar específico de mi casa, un espacio que me guste.

Pienso y siento en silencio uno de los lugares (dentro o fuera de casa) que yo ame. Me miro como si estuviese ahí y les envío esas imágenes y sensaciones siguiendo un protocolo especial, pero sencillo, de comunicación intuitiva. Los alumnos reciben en silencio. Ellos no conocen mi casa ni les he contado nada (soy cuidadosa de no hacerlo para que no sesguen la información que han de recibir en los distintos ejercicios conmigo o con mi familia animal). Los alumnos no se conocen entre ellos tampoco, van apenas iniciando a formar comunidad en esta segunda clase.


Así pues les envío la información, ellos reciben. Al finalizar cotejamos la información. Pedí que 5 alumnos, los que quisieran, compartieran lo que habían recibido. Unos tras otro fueron presentándose en cámara y explicando lo que había percibido telepáticamente. Todos coincidieron. Y todo fue preciso, exacto lo que les envié. ¿Cuáles son las probabilidades de que algo así coincida o que sea fruto del azar?

Comparto acá sus impresiones como las fui anotando en la clase:

Alumno 1: “Vi un cobertizo, algo como una terraza con techo, mucha naturaleza, hay luz a la izquierda y muchas plantas, hay flores lilas y una manta o tejido que parece manta. Estás con tus animales, hay pájaros y calma”
Alumno 2: También vi que esto era afuera de casa, vi mucho una cobija de lana para abrigarse, veo flores moradas, madera, quizás una banca blanca. Hay algo como una hamaca que flota. Veo pájaros, olor a hierbas frescas y café”
Alumno 3: “Es afuera, casa amplia, veo madera, una silla flotante que acurruca y contiene, mesita, libros, taza de algo caliente, espacio para relajarse. Está en el jardín, y después del jardín puede mirarse el bosque. Hay grillos, animales silvestres, y también veo algo como un jorongo para taparse del frío”
Alumno 4: “Veo que es en el jardín, hay madera, algo caliente en las manos, y un perro que es lobo, quizás blanco”
Alumno 5: “yo vi que esto era afuera de casa, no dentro. Vi algo como un espacio junto a un árbol de madera, huele a pinos, hay pájaros, grillos, en tus manos hay chocolate caliente”

De primera instancia me parece notable que los 5 hayan descrito un lugar tan parecido… y por supuesto los 5 describieron exactamente el lugar que les envié: es en el jardín, una terraza con un pequeño cobertizo con fondo de tablas de madera y techo de bambú, el cuál cubre unos sillones blancos muy cómodos que me contienen como si fuesen una hamaca (eso pienso siempre cuando me acuesto en ellos). Está rodeado de flores de lavanda, toronjil rosado y salvia morada, se ubica junto al huerto. Al fondo del jardín se ve el bosque. En los pocos días que tiene de finalizado este maravilloso espacio lo he usado para relajarme, mi familia animal suele estar conmigo cuando estoy ahí, me encanta el té caliente. Y como es una zona fría, suelo usar en ese espacio un jorongo de lana que compré hace años en Colombia. También puse sobre uno de los sillones un pequeño tapete artesanal de lana para decorar el espacio. Para aclarar más la situación comparto un par de fotos con este post.

Podía haber elegido cualquier lugar de la casa. Hay otra terraza en el jardín que usamos bastante -que es completamente distinta-, y dentro de casa hay varios espacios que amo. En cursos anteriores he enviado la sala y el comedor, también mi espacio de trabajo (estudio), o el salón de clases presenciales (la carpa geodésica). Los resultados son muy similares, la gente hace una recepción maravillosa y las coincidencias son asombrosas, mucho más allá de las posibilidades matemáticas del azar.



La evidencia para los fenómenos psíquicos es muy amplia, este es sólo un botón de muestra con el que me he topado tan sólo hace unos días en mi clase, con un muestreo de gente pequeño (aunque ejemplos similares - y por supuesto entre personas y animales que es a lo que me dedico- han sido repetitivos, sistemáticos, evidentes y la materia misma de todas mis clases con miles de estudiantes). Estas experiencias humanas que nos dejan perplejos son sin embargo bastante comunes en todos los ámbitos de la vida, más allá de cursos destinados a aprender estas habilidades. El rango de experiencias PSI es muy grande: telepatía, clarividencia, psicoquinesia, canalizaciones, sueños lúcidos, experiencias previas a la muerte o precognición, entre otros.

Son tan comunes y evidentes los fenómenos PSI que han sido estudiados por más de 200 años de manera científica, aquí van algunos momentos importantes de esas investigaciones y algunas asociaciones y universidades implicadas:

  • Desde 1938 en el Congreso Anual de la “American Psychological Association”, la mayoría de los psicólogos reunidos reconocieron y aceptaron la Percepción Extrasensorial (ESP) como legítimamente científica y perteneciente al campo de la psicología;

  • En 1969 es reconocida la Parapsicología como una nueva disciplina científica por “American Association for the Advancement of Sciencie”.

  • En 1972 la CIA financia por primera vez experimentos de “Visión Remota” en Stanford Research Institute California y en 1977 el Director de la CIA reconoce ante el Senado la existencia de investigaciones muy serias con hipnosis, sugestión telepática y visión remota.

  • En 1991 la Corporación SONY, luego de fundar su laboratorio ESPER con la última tecnología y tras 7 años de investigaciones, avala la existencia de facultades parapsicológicas.

  • En 1999 la Universidad de Princenton (EEUU) y la de Sao Paulo (Brasil) establecen un protocolo de investigación sobre transcomunicación.

Todos y cada uno de estos “vehículos para acceder a un multiverso multidimensional” -como prefiero llamarlo yo- usados correctamente y bien ejercitados, tienen la posibilidad de expandir nuestro potencial como especie: acceder a mayor sabiduría, autoconocimiento, sanación en todos los niveles, mayor creatividad, expandir y profundizar el sentido de nuestras vidas como individuos y como especie, abrirnos a una espiritualidad de revelación directa y sin mediadores a la Divinidad y aportarnos un gozo iluminado. Y para lo que mi labor específica concierne, la comunicación telepática o intuitiva con animales (CTA) nos abre a la comprensión mucho más clara de cómo es habitar en nuestro planeta sin destruirlo, la CTA nos da las instrucciones de cómo sumarnos a la red de la vida de manera positiva y creativa.


Para quienes deseen saber con más detalle la ciencia de la parapsicología, hice un texto más detallado, es un librillo electrónico disponible en mi página web, que proviene de una ponencia que presenté para el 1er Coloquio sobre Mente Animal y Cognición Comparada en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, México, titulada Comunicación telepática con animales: ¿Es posible?, ¿Cuáles son sus implicaciones y supuestos teóricos?


El tema siempre me ha encantado y comencé a estudiarlo desde la Maestría en Antropología y Ciencias Cognitivas, que realicé en LSE, Londres, en 1998. Presenté para graduarme una tesis titulada “Mecánica Cuántica, Conciencia y Antropología, el re-encantamiento del mundo”. Ahí establecía que en un estudio antropológico de Erika Bourginion en el que fueron cuantificadas 488 sociedades, 90% de ellas reconocen estados alterados de conciencia y conexión con seres supernaturales. Presenté ahí cómo es que las ciencias cognitivas requieren de la mecánica cuántica para explicar los fenómenos religiosos y estados alterados de conciencia que rutinariamente son reportados en las etnografías antropológicas… recordemos que era 1998, todo esto era incipiente y nuevo.

Desde entonces me he dedicado a la comunicación intuitiva con animales con resultados asombrosos que siempre sobresalen más allá del azar: la información que se obtiene de los animales es concisa, precisa, establece el carácter del animal, su perspectiva y necesidades, y con gran frecuencia los animales se transforman positivamente después de realizar estas comunicaciones: mejora su carácter, los entrenamientos son más fáciles, las peleas se reducen, estados de ánimo mejoran, y cuando son enfermedades terminales los animales mueren más pronto, evitando así largas y dolorosas agonías, entre otros muchos efectos positivos.


Lo importante, como decía, no es que yo como individuo pueda hacerlo, sino que personas sin casi ningún entrenamiento previo comiencen a mostrar capacidades importantes desde los ejercicios iniciales. Sería excelente que la ciencia comenzara a validarlo sin incurrir en tanta controversia. ¿Por qué no lo hace? ¿por qué siendo una herramienta tan fácilmente accesible y poderosa está relegada al mundo de lo extraño y distante?


Parafraseando al gran investigador de estos temas, el PhD Dean Radin, las implicaciones para la ciencia de aceptar más abiertamente los fenómenos psi (y por lo tanto impulsarlos en la educación pública, por ejemplo) implica que lo que la ciencia sabe hasta ahora del mundo y de la realidad es, al menos, incompleto; que las capacidades humanas han sido seriamente subestimadas y limitadas a lo más básico; que las creencias de la separación sujeto/objeto son falsas… así que estaríamos hablando de una verdadera revolución del sistema de conocimiento que llamamos ciencia y del cambio de sus paradigmas más básicos. Tendríamos que aceptar que el gran misterio de la realidad es accesible con otras herramientas, las intuitivas, las cuales tienen otras reglas de uso, y paradigmas enteramente diferentes. Mientras esto ocurre, podemos dejarnos guiar por el amor incondicional que los animales profesan por nosotros, que nos transforma y nos mueve más allá de los dilemas racionales, a querer comunicarnos con ellos y transformarnos en el proceso…


Termino con estas palabras del médico y ensayista Lewis Thomas (The Medusa and the Snail): “La única pieza sólida de ciencia verdadera con la que me siento totalmente confiado es que somos profundamente ignorantes sobre la Naturaleza… esta confrontación con la profundidad y tamaño de la ignorancia es lo que representa la contribución más significativa de la ciencia del siglo XX al intelecto humano”.


Recomendaciones bibliográficas:


Si te interesa empezar a comunicarte con animales, el primer curso que debes tomar es el propedéutico. Éste está disponible todo el tiempo y lo puedes hacer a tu ritmo. En este enlace encuentras la información completa: https://www.interespecies.com/curso-propedeutico Luego sigues con el curso básico que también lo puedes tomar en línea https://www.interespecies.com/curso-basico-interespecies

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