top of page

Rocco perro rescatado

Actualizado: 14 abr 2021


Rocco es un perro rescatado de las barrancas de Santa Fé, donde estaba amarrado, solo, sin comida y con una muy mala salud física y emocional.


Al contactarlo y sanar con él su pasado, me relató que antes vivía con un hombre quien era alcohólico, y con frecuencia le golpeaba con un palo o un tubo.


Rocco sobrevivió ese infierno y además creció con esa experiencia. Al contactarle, me llamó la atención su enorme gratitud para con la vida, su sencillez, inteligencia y humildad. Por ello le pedí me diera su perspectiva sobre los humanos y esto es lo que me dijo:

“…. Bueno, lo que yo quisiera decirle a los humanos es que tienen mucho que aprender de sí mismos. Me impresiona la capacidad que tienen de perderse en sus propias emociones y con ello hacer daño a todo lo que les rodea. El humano que me maltrataba estaba desesperado y perdido, y cuando me golpeaba toda su energía y su concentración se encontraban en esos golpes que me daba, en un solo lugar, finalmente conseguía alinearse y creía que esa era su identidad. Por eso cada vez que se perdía (y bebía alcohol) me golpeaba, y aunque yo sentía mucho dolor y miedo al final entendí porqué lo hacía.


Yo quisiera que la gente así encontrara otras formas de sentirse unificada, porque así no había más que dolor para él y para mí. Cuando se cansaba de golpearme lloraba, vomitaba y al final se quedaba dormido. No había más que esa paz para él. Era un ser enfermo y los seres enfermos no deberían de tener compañeros animales… ¿pero qué hubiera hecho él sin mi, si yo no hubiera estado ahí? Ni siquiera hubiera tenido esos momentos de sentirse unificado, y hoy estaría completamente perdido (loco).


Por suerte yo sobreviví a todo eso y ahora vivo con gratitud mi buena vida, mi compañera humana amable y gentil. Pero sigo viendo en otros humanos esa misma capacidad para perderse y su tendencia a recuperarse a sí mismos en actos destructivos. No saben como estar enteros en actos constructivos, creativos y permanecer estables ahí.


Los humanos tienen ese gran reto por delante. Ojala pudieran darse cuenta del gran gozo que hay en estar en paz. A mí, por ejemplo, me gusta mucho olfatear el aire y dividirlo en todas las cuerdas (matices) que llegan hasta mi nariz, y al hacer esto me siento completo, porque estoy presente. Siento también eso cuando olfateo el agua o la comida. También estoy presente cuando observo a los humanos. Los miro con tranquilidad aunque hay una nota de dolor en mis recuerdos. No me olvido de lo atroces que pueden ser, pero tampoco dejo de estar agradecido con mi amiga humana y con la vida en general, porque he vivido grandes polos de experiencias: en el dolor y en la gratitud, y estar presente en ambos casos. En resumen estoy agradecido, y no quiero juzgar ni analizar nada más.


709 visualizaciones2 comentarios
bottom of page